miércoles, 24 de mayo de 2023

Algazul (Mesembryanthemum nodiflorum)

Algazul, gazul
Mesembryanthemum nodiflorum Linnaeus, 1753
Playa de Motril (Granada)
Foto Eduardo Castro Villegas (22/05/2023)

Reino: Plantae
División: Spermarophyta
Subdivisión: Magnoliophyta (Angiospermae)
Clase: Magnoliopsida (Dicotyledones) 
Orden: Caryophyllales
Familia: Aizoaceae
Género: Mesembryanthemum 
Especie: Mesembryanthemum nodiflorum 

Planta crasa de hasta 25 cm., verde o rojiza, densamente cubierta de grandes papilas hialinas. Tallos de  postrados o ascendentes, muy ramificados desde la base. Su nombre genérico (Mesembryanthemum) proviene del griego y quiere decir algo así como "flor que abre al mediodía" El epíteto específico nodiflorum: procede del latín nodus, que significa "nodo o nudoso" y florus, que significa "flor", es decir, que alude a las flores en los nudos de los tallos.

hojas casi tan anchas como gruesas, de sección semicircular, lineares, obtusas, todas sésiles, las inferiores opuestas, las superiores alternas. 

flores actinomorfas, hermafroditas, pentámeras, solitarias, axilares, subsésiles, con dos bractéolas foliáceas en la base. Periantio con 5 tépalos, desiguales, foliáceos, los exteriores lineares, obtusos, los interiores triangulares, de margen hialino. Estaminodios petaloideos numerosos, más cortos o casi tan largos como los tépalos, blancos o amarillentos. Androceo con numerosos estambres. Gineceo con ovario ínfero; con 5 estigmas. Florece entre febrero y diciembre.

fruto cápsula loculicida. 

hábitat terrenos baldíos, arenales y pedregales costeros, marismas, saladares, salinas, hasta 900 metros de altitud.

distribución Circunmediterránea, macaronésica, africana septentrional y meridional. En la Península Ibérica en zonas, tanto del Atlántico como del Mediterráneo. En la Isla de Alborán formando un tapiz junto a Frankenia corymbosa (Tomillo sapero).


utilidades es una de las especies conocidas como "barrilleras", muy utilizada en el pasado para la obtención de sosa cáustica, elemento necesario para la fabricación artesanal de jabón y cristal de calidad, llegando a cultivarse con tal fin en algunas zonas del archipiélago canario, especialmente en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, donde constituyó una importante actividad económica durante los siglos XVIII y XIX. Para obtener la pasta de sosa, se recolectaban las plantas y, una vez secas, se quemaban en hornos llamados "quemeros". Con las cenizas, muy ricas en sales alcalinas, se formaban una masa compacta llamada "piedra de barrilla", que luego se exportaba a diferentes lugares de Europa. En épocas de gran escasez de cereales se llegaron a emplear sus semillas para elaborar gofio, una especie de harina que servía de alimento a la gente más pobre. Para ello se llevaban las plantas secas a los llamados "lavaderos" (huecos naturales entre las rocas costeras), donde se dejaban en remojo hasta que se abrían los frutos y las semillas quedaban flotando en el agua. Una vez secas, las semillas se tostaban y se molían en molinos de piedra, obteniendo una especie de harina rudimentaria algo salobre: el llamado "gofio de vidrio", que saciaba los estómagos y calmaba el hambre.

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