Candidatus Phytoplasma pini
Phytoplasma, parásito de las plantas cuya supervivencia es posible solo en el interior de las plantas huéspedes. Formas
intermedias entre las entidades virales y las bacterias. En este caso parasita células de coníferas de género
Pinus: principalmente en pino carrasco (Pinus halepensis) pero también en pino albar (Pinus sylvestris) y provoca este crecimiento anómalo en forma de bolsas de alrededor de 80 cm. de tamaño.
Durante siglos, el motivo de estas deformaciones tumorales ha
constituido un misterio, por lo que no es raro que se denominen
popularmente escobas de bruja. Hasta hace pocos años no se conocía su
desencadenante: un organismo procariota a mitad de camino entre los
virus y las bacterias, algo más complejo que los plásmidos que infectan
las bacterias, y que se ha convenido en denominar fitoplasma o plásmido
vegetal. Un fitoplasma se reduce a una secuencia de DNA del tipo que
poseen los procariotas, que contiene unos pocos genes codificadores,
envuelta por una membrana pero no por una pared celular como las
bacterias, y que sólo se mantiene en el interior de células vegetales
donde puede replicarse. Un fitoplasma o plásmido vegetal puede
incorporarse a un cromosoma de la célula vegetal y alterar sus
funciones, igual que un plásmido puede incorporarse al material genético
de una bacteria. Un fitoplasma es uno de los organismos vivientes más
pequeño, que no ha podido ser caracterizado hasta que se han
desarrollado las modernas técnicas de genética molecular.
Los fitoplasmas se instalan en las células del floema por donde
circula la savia elaborada de las plantas. Parece que la infección se
transmite principalmente por picadas de insectos chupadores, como las cigarras (Cicada orni) que chirrían en verano en los pinares de pino carrasco.
El fitoplasma causante de las escobas de bruja en los pinos carrasco (Pinus halepensis) y albar (Pinus sylvestris) se ha convenido en denominar Candidatus Phytoplasma pini.
A pesar de que los fitoplasmas no se adecúan al concepto de especie
sino al de cepa como los virus, por analogía con la denominación
binomial de los organismos establecida por Linné se identifican como Candidatus Phytoplasma y después un
nombre, con la inicial en minúscula, relativo a las plantas que
parasitan, en este caso pini.
En la comarca de Bages (Barcelona) se han observado también escobas de bruja en el enebro albar, común o de miera (Juniperus oxycedrus), por tanto al fitoplama se le denomina Candidatus Phytoplasma oxycedrus. En Norteamérica se ha identificado Candidatus Phytoplasma phoeniceum como causante de las escobas de bruja en Juniperus occidentalis; este mismo fitoplasma podría afectar también al enebro albar.
Los fitoplasmas se instalan en las células del floema por donde circula la savia elaborada de las plantas. Parece que la infección se transmite principalmente por picadas de insectos chupadores, como las cigarras (Cicada orni) que chirrían en verano en los pinares de pino carrasco.
El fitoplasma causante de las escobas de bruja en los pinos carrasco (Pinus halepensis) y albar (Pinus sylvestris) se ha convenido en denominar Candidatus Phytoplasma pini. A pesar de que los fitoplasmas no se adecúan al concepto de especie sino al de cepa como los virus, por analogía con la denominación binomial de los organismos establecida por Linné se identifican como Candidatus Phytoplasma y después un nombre, con la inicial en minúscula, relativo a las plantas que parasitan, en este caso pini.
En la comarca de Bages (Barcelona) se han observado también escobas de bruja en el enebro albar, común o de miera (Juniperus oxycedrus), por tanto al fitoplama se le denomina Candidatus Phytoplasma oxycedrus. En Norteamérica se ha identificado Candidatus Phytoplasma phoeniceum como causante de las escobas de bruja en Juniperus occidentalis; este mismo fitoplasma podría afectar también al enebro albar.
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