Inauguración de la Exposición fotográfica “Adiós a la caña de azúcar” de Antonio García Maldonado (In-Memoriam)
AGMaldonado en haza de cañas (Montaje Pepe Marín)
Ayer, día 24 de enero de 2014, con gran asistencia de público, tuvo lugar la inauguración de la Exposición fotográfica “Adiós a la caña de azúcar” de Antonio García Maldonado (In-Memoriam). Exposición organizada por las Concejalías de Urbanismo, Promoción de la Vivienda, Obras Públicas y Medio Ambiente/Cultura, Educación y Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Motril.
Intervención de María García García, hija de Antonio García Maldonado
Ser profesor y no luchar es una contradicción pedagógica. Creo que con esta frase podemos entender de dónde venía el compromiso y la entrega de Antonio a lo largo de toda su vida, de su convicción de que a través de la educación se podía transformar el entorno más cercano. Y después del entorno, el mundo entero.
Una vez leí que un buen maestro es el que, en la última lección, se vuelve innecesario, al enseñar a sus alumnos cómo aprender de forma autónoma durante toda su vida. En este sentido Antonio es un maestro ejemplar. Aquí estamos, dos años después y en su ausencia, preguntándonos en qué consistía la monda de la caña de azúcar, por qué desapareció y por qué nuestra vega se ha transformado tanto en tan pocos años. Los recuerdos de una niña en el patio del colegio atrapando unas virutas negras, arrastradas por el viento cuando quemaban las cañas son, como este reportaje fotográfico, testigo directo de una forma de vida de nuestra ciudad en su pasado más reciente. Sin embargo, la memoria puede perderse si no se ancla a un soporte que resista el paso del tiempo. En esta exposición, y gracias al trabajo de Pepe Guirado, Paco Ayudarte, Pepe Marín, Miguel Ángel Romero y otros muchos que la han hecho posible, se vuelve eterna la mirada de Antonio García Maldonado, de la que podemos seguir aprendiendo.
Siempre que he hablado de mi padre he hecho mención a su compromiso con el medio ambiente y con la educación pública. Ahora, más que nunca, hablar de alguien como él se convierte en un ejercicio pedagógico en sí mismo. Puedo decir, orgullosa, y citando a Rodari, que Antonio fue de esos maestros que siempre reivindicaron el uso total de la palabra para todos, no para que todos fueran artistas, sino para que nadie fuera esclavo.
Para terminar, sólo puedo dar las gracias en nombre de mi familia a todos aquellos que estáis haciendo posible que se recuerde a este maestro ejemplar, con vuestro esfuerzo, dedicación y entrega. Gracias por anclar su memoria, una vez más, a un soporte que resiste el paso del tiempo. Y gracias, por supuesto, por el cariño y la compañía que recibimos a diario.
Respondo a la solicitud de comentar en unas palabras la fotografía de Antonio, desde el convencimiento de no ser la persona más indicada para hacerlo, y de que las fotografías de Antonio tampoco lo necesitan, pues ya se dar a conocer y expresan por si mismas. Sea pues, la única justificación de mis palabras, mi personal reconocimiento a la valía de Antonio, y el deseo de no desairar al insistente y común amigo que me las solicita.
Intentaré, pues, añadir algo, a la labor fotográfica de Antonio, por la mayoría de los aquí presentes, ya bien conocida.
Respecto a su formación, evolución y trayectoria en el campo de la captación de imágenes, imposible añadir nada, por mi parte, al bien elaborado historial que ha preparado, su compañero de trabajo y sobre todo gran amigo Paco Ayudarte, incluido en el catálogo de ésta exposición.
Por eso solo me voy a centrar en lo que las fotografías de Antonio son, y en lo que al día de hoy significan y transmiten.
Como Paco Ayudarte nos cuenta en su sinopsis histórica, en su quehacer fotográfico, Antonio tocó todos los palos. Sea por etapas de su vida, o por las circunstancias o atractivos, que en cada momento orientaban su afición. Así, afrontó con éxito, tanto el reportaje social; como la foto paisajística tan frecuentemente practicada en sus paseos campestres; como el reportaje de eventos sociales, tanto de actos en la vía pública como en los múltiples actos y eventos en los que socialmente participaba. O en el retrato, tanto individual como de grupos, donde solía tomar como modelos a los amigos o familiares, que en cada ocasión lo acompañaban. Y para que decir de sus imágenes de naturaleza, donde plantas, arboles, flores, pájaros, o hasta el más pequeño de los insectos, pasaban a ser objeto de su interés y de su cámara fotográfica.
Pero en todas esas ocasiones y formas de expresar su afición, (y no digo profesión, porque siempre lo hizo por pasión y amor, nunca por interés, que también hubiera sido legítimo), hay varias constantes que se mantienen, y que por supuesto, también quedan inmersas en las imágenes que esta exposición suya, ofrece a nuestra contemplación.
En primer lugar, y como también recoge Paco Ayudarte en su relato, es de resaltar, la veracidad del contenido de sus fotografías. La neutra objetividad ante lo que en cada momento, se hace motivo de su atención fotográfica. Sin retoques o manipulaciones posteriores que desvirtúen la realidad de lo fotografiado, con independencia de su naturaleza y contenido.
En segundo lugar, un don natural de Antonio, para encuadrar las imágenes objeto de su interés, extrayéndolas del amplio escenario donde las había descubierto. Convirtiéndolas así mediante su cámara y objetivo, en la imagen fotográfica que, la película o el sensor de su cámara fijaban para siempre. Por eso, sus imágenes no suelen necesitar reencuadre o recorte que mejore su composición. Les puedo asegurar, que al 99%, las fotos que pueden ver en ésta exposición, son tal cual, lo que Antonio en el momento de hacerlas, vio por el visor de su cámara. Si hay algo de reencuadre o recorte, ha sido el necesario para su adecuación a los obligados formatos, disponibles para su exhibición.
Y por ultimo, resaltar su espíritu docente. Que, aunque probablemente él no fuera consciente de ello, siempre estaba presente en todas sus actividades. Las fotografías de Antonio, no solamente muestran. Sus imágenes, siempre nos enseñan algo; nos enriquecen y sirven para aumentar nuestros conocimientos y nuestro bagaje cultural.
El amplio y variado archivo fotográfico de Antonio, es un verdadero tesoro. Tesoro que sus familiares más directos y amigos más íntimos, se esfuerzan en conservar con extremo cariño. Y que poco a poco, según las circunstancias les permiten nos van dando a conocer y a disfrutar.
Disfrutemos hoy de ésta muestra fotográfica, en la que Antonio una vez más, haciéndose actualidad y presencia, no solamente nos muestra, sino que también nos instruye y nos da conocimiento imparcial y objetivo de esa larga tradición motrileña ya casi desaparecida. La Monda, nuestra Monda.
Muchas gracias
Fotos Juan Rueda
El lugar: Patio Casa de la Condesa de Torre Isabel
La espera: María, Pepe y José Luis
Intervención José Guirado
Intervención José Marín
Intervención María García García
Intervención Concejal José Luis Chica
Intervención Concejala Elena Vallejo
Actuación Coral "Voces del Mar"
Visita a la Exposición
Vídeo de Miguel Sánchez
AGRADECIMIENTOS
- A la alcaldesa de Motril Dª Luisa María García Chamorro y a los concejales Don José Luis Chica (Urbanismo, Promoción de la Vivienda, Obras Públicas y Medio Ambiente) y Dª Elena María Vallejo Fernández (Cultura, Educación y Relaciones Institucionales), por atender y llevar adelante, nuestra propuesta de realizar la Exposición de Fotografías “Adiós a la Caña de Azúcar” de Antonio García Maldonado (In-memoriam).
- A la familia de ANTONIO, MARÍA VICTORIA, ANTONIO LUIS Y MARÍA, por haber cedido la fotos para la Exposición. Y a CARMEN GARCÍA MALDONADO, hermana de Antonio, que con su empeño y entrega ha posibilitado la Exposición que se inaugura.
- A Jesús Hidalgo, coordinador del área de Cultura, por la ayuda que nos han prestado en la organización de la Exposición de Fotografías “Adiós a la Caña de Azúcar”.
- Al personal municipal de la Casa de la Condesa por su laboriosidad y actitud en el montaje de la Exposición de Fotografías “Adiós a la Caña de Azúcar”.
- A Mario Parrilla y José Pedro, del gabinete gráfico municipal, sin ellos la Exposición de Fotografías de Antonio García Maldonado, habría sido imposible.
- A Pepe Marín, “artista fotográfico”, amigo de Antonio, que ha realizado el procesado de las fotografías de Antonio García Maldonado que se muestran en la Exposición, así como de la del cartel e invitación de la misma.
- A Paco Ayudarte, tantos años compañero y amigo, de Antonio en el Centro de Educación de Adultos, “La Escuela de Adultos”, que con pluma ágil e imaginación despierta, ha realizado los delicados textos del catálogo de la Exposición.
- A los componentes de Coral Motrileña "Voces Del Mar" que dirige Ángel Rodríguez Franco y, de la que forman parte grandes amigos de Antonio, por su predisposición para actuar en el acto de inauguración de la Exposición.
- A Andrea Martín Targa, directora de la Bodega Ron Montero de Motril, por facilitarnos el ron con el cual realizaremos un brindis en memoria de Antonio, como colofón a la inauguración a la Exposición de Fotografías “Adiós a la Caña de Azúcar” de Antonio García Maldonado. Agradecimiento extensivo a Marina, la azafata que lo servirá.
- A José Maldonado Cabrera, por facilitarnos las cañas de azúcar con las cuales se han preparado los palito de ron. Y a Diego de la Hoz, por haber macerado los palitos siguiendo la más tradicional de las recetas.
- A Jesús López Maldonado, del Museo Etnográfico del Gibraltarillo, por prestar materiales de su museo, para ambientar la Exposición de Fotografías “Adiós a la Caña de Azúcar”.
- A Rafael Pérez Maldonado, emparentado con nuestro amigo Antonio García Maldonado, el “listero” de aquella monda, a José Damián Ruiz González, el jefe de la cuadrilla, y a los 12 componentes de la misma (sentimos no saber los nombres de cada uno de ellos.
- Y a TODOS los que han acudido a éste Acto en homenaje al desaparecido Antonio García Maldonado.
- Y por supuesto, a aquellos que sin querer, se nos hayan podido olvidar.
Gracias a Todos
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